Educar en la protección del cuerpo para evitar los abusos: acoso sexual y bullying

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Para evitar los abusos es importante que los niños aprendan a cuidarse y protegerse y eso, como todo, se aprende.

Se dice que el aprendizaje en esta protección del cuerpo debe iniciarse entre los 3 y 5 años, para ello pueden resultar de utilidad ciertas recomendaciones:

 

1. Utilizar un lenguaje natural, lo adecuado es que los niños conozcan los nombres correctos de todas las partes del cuerpo, eso incluye: genitales, pene, vagina, pechos, nalgas,…etc. Ponerles sobrenombres puede dar la idea de que hay algo malo con el nombre correcto. Averigüe si su hijo utiliza un nombre especial, porque lo hace, explíquele lo que se consideran partes íntimas (las cubiertas por el traje de baño).

 

 2. Evaluar el respeto de su familia por el pudor. Si bien el pudor no es un concepto totalmente fácil de comprender, si se pueden sembrar las bases para futuras conversaciones y ejemplos de buen comportamiento. Por ejemplo, los hermanos pequeños pueden aprender a respetar la privacidad de los mayores y éstos pueden enseñarles que deben vestirse pues puede haber más gente en la casa, sus amigos por ejemplo.

 

3. No forzar las manifestaciones de afecto. No se recomienda obligar a los niños a que den abrazos o besos a gente si no quieren hacerlo, incluso a los abuelos, están en su derecho.

Como padres queremos que sean educados y saluden pero este saludo no tiene porqué incluir muestras de afecto. Estos contactos inapropiados, especialmente de parte de un adulto de confianza, puede ser muy confusos para un niño. Hay que concienciarlos de que su cuerpo es suyo y que tienen que saber protegerlo.

Es muy importante que los hijos sepan que deben decirle a sus padres u otro adulto de confianza si fue tocado. De ese modo, su hijo sabe que también es deber de los padres protegerlo.

 

 4. Conviene explicar la diferencia entre contacto bueno y contacto malo. Se entiende por un «contacto bueno» la manera en que las personas demuestran su afecto por otras personas y se ayudan unas a otras (por ejemplo: abrazarse, tomarse de las manos o cambiarle el pañal al bebé). Se entiende por «contacto malo» aquel en que a uno no le gusta y desea que termine de inmediato (por ejemplo: golpear, dar patadas o tocar las partes íntimas). Asegúrese de que su hijo solo tiene contactos buenos, y que sabe decir «NO» si un contacto es confuso o lo asusta y que sabe que puede explicarlo ya que es necesario que se lo cuente. Tanto si es de contenido violento como de contenido sexual, el bullying no deja de ser un abuso.

 

5. Trasmitir conceptos claros. Enseñar que NO es bueno para nadie mirar o tocar sus partes íntimas, o las que cubren el traje de baño. Es fácil para un niño entender esta regla y seguirla ya que lo ayudará a reconocer inmediatamente un «contacto malo». Transmita también que los escuchará, los creerá y los protegerá.

 

6. Controlar Internet y las redes. Conocer los sistemas de clasificación de juegos de vídeo, películas y programas de televisión, y usar los controles para padres disponibles en muchos proveedores de Internet, cable y satélite. Conviene estar informado para ofrecer alternativas apropiadas para evitar la exposición a contenidos inadecuados de los medios de comunicación. Hay que ser conscientes de que los niños pueden ver comportamientos sexuales de adultos en persona o en pantallas, y quizá no se lo cuenten.

 

7. Comprobar toda esta información regularmente con tus hijos. Son momentos adecuados para hablar con los hijos sobre la seguridad personal durante el baño, a la hora de acostarse y antes de cualquier situación nueva. Los niños se encuentran e interactúan con distintos adultos y niños a diario desde la guardería y los colegios, a las prácticas deportivas y los programas extra escolares, así como las colonias y los campamentos.

 

8. Fomentar y esperar preguntas. Las preguntas que hacen los hijos y las respuestas convenientes dependerán de la edad del niño y su capacidad de comprensión. Pero sobretodo:

  • No reírse, incluso si la pregunta le provoca ternura. No enfadarse. Se debe evitar que el niño se sienta avergonzado de su curiosidad.
  • Ser breve. No dar explicaciones largas. Responder con palabras simples. Por ejemplo, su hijo en edad preescolar no necesita saber los detalles de las relaciones sexuales.
  • Comprobar si el niño necesita o desea saber más. Por ejemplo diciendo: «¿Responde esto a tu pregunta?».
  • Escuche las respuestas y las reacciones de su hijo.
  • Hay que estar preparado para repetir lo mismo una y otra vez.

Generar un ambiente de dialogo y confianza son básicos para evitar frustraciones, sorpresas, miedos, mentiras que provocan que situaciones fácilmente desenmascarables y corregibles se cronifiquen creando verdaderos problemas para las víctimas, problemas que en muchas ocasiones son muy difíciles de superar y siempre precisan ayuda por parte de los profesionales.

 

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