Excursiones a la montaña con los niños y bebés.
Tener un bebé no tiene que ser impedimento para abandonar nuestras aficiones, sí que hay que adaptarlas y ser conscientes del entorno cambiante, respetarlo. Los niños y los bebés son menos resistentes que los adultos, pero se adaptan.
Han de ser rutas fáciles y con poca exigencia física, es decir, de medio día y que domine el sentido común: saber dar media vuelta si el tiempo cambia.
Han de ser motivadoras para todos, de esta manera incentivamos las aficiones de los niños.
Unos consejos básicos para evitar sustos, llevar:
- Agua o bebida para ir bebiendo durante la excursión.
- Comida para ir picando o para cuando se haga un descanso.
- Ropa de abrigo o paravientos por si cambia el tiempo.
- Calzado adecuado.
- Crema de protección solar, gafas de sol, protección labial y gorra, para todos.
- Mochilas portabebés adecuada a la edad del bebé.
- Si hay agua, los medianos querrán bañarse, traje de baño y zapatos que puedan mojarse y sujeten bien.
- Algunos juegos de entretenimiento para los niños cuando se hace una parada.
- Algún tipo de manta, toalla o pañuelo para poner en el suelo.
En cualquier caso es una buena forma de fabricar recuerdos y al final, somos lo que recordamos.
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