COVID-19 GRAVE EN NIÑOS PREVIAMENTE SANOS
El SARS-CoV-2 (coronavirus) es un virus que afecta con menor gravedad a niños que a adultos. Pero en algunos pocos casos, también puede desarrollarse de forma grave en niños, no siempre relacionado con antecedentes de enfermedades previas.
Algunos estudios en centros hospitalarios españoles, han intentado esclarecer, a qué síntomas de los niños debe prestarse especial atención, ya que los síntomas de los niños y los adultos no son los mismos. En este post vamos a resumir algunos de los síntomas de gravedad que deben hacer que los padres busquen ayuda médica de inmediato.
Presentación habitual de la COVID-19 en niños sanos:
Como ya se trató en otro post anterior ver info la gran mayoría de niños, previamente sanos, pasan la enfermedad asintomáticos o con síntomas leves (fiebre, tos, mucosidad, dolor muscular…) similar a un resfriado o a una gripe. La mayoría de ellos, no requerirán acudir a un servicio de urgencias, ni ser hospitalizados, ni siquiera necesitarán medicación específica contra la COVID-19, y van a poder ser tratados con antitérmicos y medicamentos habituales de las infecciones víricas pediátricas. El seguimiento por el pediatra habitual, confirmará que no son necesarios otros tratamientos.
Algunos niños (pocos) pueden presentar síntomas más importantes que deberán ser tratados en un servicio de urgencias o ser hospitalizados. Aunque las enfermedades previas son el factor de riesgo más importante de tener una COVID19 grave, también en niños sanos existen algunos síntomas que indican la probabilidad de una evolución complicada.
Síntomas de gravedad en niños previamente sanos:
Debido a los pocos casos de gravedad que se producen en niños sanos es difícil confeccionar una lista detallada de los síntomas que más preocupan. Los siguientes son el resumen de un estudio que se realizó con niños que se hospitalizaron a causa de la infección y presentaron complicaciones grave:
- La dificultad respiratoria es un síntoma indicativo de afectación respiratoria. Se puede manifestar con disnea (sensación de ahogo) y mala saturación de oxígeno en sangre. Requerirá suplementos de oxígeno en planta de hospitalización. Si los síntomas progresan aparece insuficiencia respiratoria pueden requerir ventilación mecánica requiriendo tratamiento en UCI pediátrica. La ventilación mecánica ayuda a algunos niños sin necesidad de ser intubados (no invasiva) pero otros más graves necesitarán intubación. Existe también el riesgo de que se añada infección bacteriana: neumonía (causada por el virus SARS-CoV-2 y complicada por bacterias).
- En lactantes de pocos días, infectados, pueden aparecer apneas. Las apneas son pausas respiratorias que, si duran mucho, implican que la frecuencia cardíaca se ralentice (bradicardia) y puede desembocar en parada cardiorrespiratoria. La mayoría de lactantes, incluso pequeños, no presentan apneas cuando se infectan por SARS-CoV-2. Pero cuando aparecen, pueden hacerlo en niños que previamente eran sanos.
- Afectación del estado general, dolor abdominal intenso, erupción cutánea y/o ojo rojo: pueden ser secundarios a una bajada de tensión brusca (hipotensión) o un estado de Un niño que en apariencia tiene mal aspecto debe ser visto en un servicio de urgencias a la mayor brevedad posible (ya se sospeche una COVID-19 o no). El shock es una manifestación muy grave de la enfermedad, que puede afectar a niños sanos desde 6 años aproximadamente hasta la adolescencia (afecta a niños de 10 años de edad de media). Estos niños deberán ser ingresados en una UCI pediátrica para recibir tratamiento de soporte. Por eso ante un niño de edad escolar o adolescente con dolor abdominal intenso con o sin fiebre alta, debe ser valorado por un facultativo lo más rápidamente posible en un servicio de urgencias pediátricas.
CONCLUSIÓN
Los niños sanos también se pueden complicar al padecer una infección por el SARS-CoV-2, aunque los casos son pocos. Los niños con síntomas respiratorios principalmente suelen cursar con una buena evolución si no se complican con infecciones bacterianas. En cambio, otros niños como los lactantes muy pequeños se pueden complicar con apneas (pausas respiratorias). Los niños más mayores con síntomas de dolor abdominal intenso, fiebre alta y/o mal estado general deben ser valorados de inmediato por el riesgo de que desarrollen shock. Existen otros estudios en España en marcha a mayor escala, que pueden detectar nuevos síntomas relacionados con gravedad en niños previamente sanos.
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