Helicobacter pylori es una bacteria helicoidal que puede colonizar el estómago de niños y adultos. Normalmente la infección se produce en la infancia, y se mantiene en la edad adulta. Es muy poco frecuente en lactantes, pero conforme va creciendo el niño existe más probabilidad de infectarse, normalmente desde algún miembro de la familia. Hasta un 50% de los adultos presentan esta colonización a nivel mundial (mayor porcentaje en países en vías de desarrollo).
¿Qué síntomas produce la infección?
La mayoría de niños colonizados por esta bacteria no presentan ningún síntoma, aunque si se hiciera una biopsia de estómago en todos ellos, se encontraría casi siempre inflamación leve de la pared del estómago: gastritis crónica. En algunos pocos casos la bacteria puede producir síntomas, principalmente gastrointestinales.
La dispepsia es un síntoma que alerta sobre la presencia de esta bacteria. Se trata de dolor o ardor en la parte alta del abdomen y empeora cuando el niño lleva varias horas en ayunas. Mejora al ingerir algo de comida. Puede empeorar con comidas picantes o muy ácidas, y acompañarse de náuseas y vómitos.
Esta bacteria está relacionada con la aparición de úlcera péptica, aunque es más frecuente de la edad adulta, como el cáncer de estómago y otras enfermedades graves.
En niños, los trastornos gastrointestinales pueden comprometer la ingesta, y por lo tanto observarse una baja ingesta, un fallo de medro (disminución del crecimiento y del aumento de peso esperados).
¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene la bacteria?
Cuando los síntomas son muy típicos, se debe estudiar la presencia de esta bacteria en el estómago. A veces también es necesario buscarla en enfermedades no digestivas como la púrpura trombocitopénica idiopática o una anemia por falta de hierro que no mejora con la terapia convencional. La bacteria puede causar una atrofia de la pared del estómago que hace que la secreción ácida disminuya y esto interfiere con la absorción del hierro.
Si el pediatra indica investigar la presencia de Helicobacter pylori, tiene diferentes técnicas para ello. La más indicada hoy día es la endoscopia con biopsias.
La endoscopia consiste en sedar al niño e introducir por la boca un tubo con cámara que nos informa sobre qué aspecto tiene la pared de su esófago y estómago. Si hay una úlcera se verá un defecto de la pared, y también se puede comprobar si hay inflamación.
Cuando se detectan zonas inflamadas se realiza una biopsia, que consiste en retirar una pequeña porción de tejido. Sobre ese tejido, el test de la ureasa puede informar si el Helicobacter pylori está presente, de forma rápida. Además, puede realizarse el cultivo y ver si aparecen colonias de dicho gérmen, y estudiar sus características (por ejemplo: si es resistente a algún antibiótico).
Existen también otras formas de detectar el microorganismo sin tener que realizar una endoscopia, son técnicas no invasivas. Se utilizan una vez realizado el tratamiento para comprobar si la bacteria se ha erradicado. Las más utilizadas son:
- Test de urea en aliento
- Antígeno en heces: muy sencillo de realizar ya que el paciente solo tiene que aportar na muestra de heces que se analiza en el laboratorio.
¿Cómo se trata?
Si el niño tiene síntomas y además se demuestra que está colonizado, se deberá realizar una TERAPIA ERRADICADORA.
Consiste en asociar algún antiácido como el BISMUTO o el OMEPRAZOL y similares, para evitar la secreción ácida del estómago, con antibióticos que se han demostrado eficaces para matar el microorganismo como la AMOXICILINA, CLARITROMICINA o METRONIDAZOL.
Existen varias combinaciones de ellos posibles: triple terapia, cuádruple terapia…El médico escogerá la combinación y dosis más adecuadas en su caso, en función del resultado de sus pruebas previas o de la presencia de resistencias antibióticas conocida en una zona geográfica.
¿Qué pronóstico tiene?
La mayoría de veces el primer tratamiento es un éxito, y se comprueba realizando una prueba no invasiva para ver si el germen ya no se detecta. Otras veces el germen puede permanecer en el estómago y puede requerir más pruebas y un cambio en la estrategia de tratamiento.
CONCLUSIÓN
Helicobacter pylori es una bacteria que produce colonización del estómago muy frecuentemente, y, aunque muchas veces no causa enfermedad, hay un abanico de trastornos que puede desencadenar, tanto gastrointestinales como fuera del aparato digestivo.
Cuando causa enfermedad debe intentar diagnosticarse para ofrecer un tratamiento erradicador personalizado, y comprobar que se ha eliminado. Si la infección persiste en la edad adulta existe mayor riesgo de úlcera, cáncer gástrico y otras complicaciones.
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