Malnutrición y mala alimentación en niños: pautas para una dieta sana

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Malnutrición y mala alimentación en niños: pautas para una dieta sana

Hoy somos más conscientes que nunca de las repercusiones que una mala alimentación tiene en nuestra salud y en la de los más pequeños: sobrepeso, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, malnutrición etc. Pese a esto, la falta de tiempo, la publicidad y el desconocimiento, hacen que gran parte de nuestra sociedad se alimente de forma incorrecta e incluso perjudicial. Esto es especialmente preocupante cuando afecta a la población infantil ya que, como sabemos, el estilo de vida adquirido en la infancia suele perdurar en la edad adulta. Los niños que hoy se alimentan mal, probablemente continúen haciéndolo en el futuro, además de que sufrirán las consecuencias de años de dieta incorrecta. En este post repasaremos los grandes enemigos de la dieta saludable y os daremos las pautas evitar la mala alimentación en niños.

 

Los peligros de los alimentos industriales: malnutrición y obesidad

En los supermercados, en las máquinas expendedoras, en los quioscos, en los bares y cafeterías, en nuestra cocina, en casa de la abuela… vayamos donde vayamos encontraremos alimentos industriales al alcance de nuestra mano. Baratos, apetecibles, rápidos e incluso adictivos, este tipo de productos son un gran avance de la tecnología alimentaria, y una forma eficaz y sabrosa de satisfacer el hambre. Sin embargo, hasta las galletas más sanas o los productos light, contienen más azúcares, grasas, conservantes y colorantes de los que nos aportaría cualquier comida preparada en casa. Y es que los alimentos elaborados industrialmente no son venenosos ni peligrosos en sí mismos, pero contienen una serie de sustancias que deberían consumirse en cantidades muy moderadas. El problema surge cuando se consumen de forma excesiva, llegando a constituir un pilar fundamental de la alimentación diaria. En esta situación, los casos de sobrepeso y obesidad se disparan, siendo una de las epidemias mundiales más preocupantes del siglo XXI.

Otro inconveniente de los alimentos industriales es que, pese a aportar una gran cantidad de calorías, apenas contienen nutrientes esenciales. Por eso, los niños que se alimentan casi exclusivamente de este tipo de productos, además de ser más propensos a sufrir sobrepeso, obesidad o diabetes, pueden sufrir también malnutrición. Este concepto, que muchas veces asociamos con países o sociedades empobrecidas, es una realidad cada vez más común en nuestra sociedad. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el término malnutrición hace referencia a las carencias, excesos o desequilibrios de la ingesta de calorías y nutrientes que tiene una persona. Por ello, está estrechamente relacionado con nuestros hábitos alimenticios y con el tipo de dieta que seguimos. Los alimentos industriales son ricos en grasas, sales, azúcares y demás sustancias añadidas, pero aportan muy pocos de los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

 

¿Qué problemas puede ocasionar la mala alimentación en niños?

La falta de tiempo para cocinar, el precio, la insistencia del niño o incluso sus propias preferencias culinarias, hace que muchas familias se decanten por consumir casi exclusivamente alimentos industriales. Incluso hay quienes los adquieren pensando que son sanos y adecuados para sus hijos. La publicidad, en este caso, juega en contra de nuestra salud y favorece la mala alimentación en niños. ¿Cuántas veces hemos oído que para tener energía toda la mañana hay que desayunar cereales, o que es bueno comer yogures para unos huesos sanos y fuertes? Pues, aunque tanto los cereales como los yogures pueden aportar grandes beneficios, lo cierto es que la mayoría contienen azúcar en cantidades altísimas. Así, la mala alimentación en niños, generalmente debida al consumo excesivo de alimentos industriales, parece estar detrás de numerosos trastornos y enfermedades:

  • Obesidad infantil. El sobrepeso y la obesidad infantil son trastornos que pueden tener graves consecuencias a nivel físico y emocional. Más información en nuestro post Obesidad infantil: ¿qué es y qué podemos hacer para prevenirla?
  • Diabetes mellitus tipo 2. Este tipo de diabetes está especialmente ligado a la mala alimentación y, aunque antes solía presentarse en la edad adulta, cada vez es más común en la infancia. En el post Niños y adolescentes diabéticos: ¿qué es la diabetes infantil y cuáles son sus causas? explicamos en profundidad está enfermedad.
  • Problemas cardiovasculares. La obesidad, el exceso de colesterol, la hipertensión etc., son trastornos muy comunes que surgen cuando se descuida la dieta, y que repercutir en el sistema cardiovascular.
  • Alergias e intolerancias. Cada vez aparecen más casos de intolerancias y alergias alimentarias que, aunque se desconoce a ciencia cierta su causa, parecen estar relacionadas con el consumo excesivo de alimentos industriales.
  • Enfermedades del hígado y riñón. El exceso de proteínas, por ejemplo, puede producir una sobrecarga en los órganos del niño, especialmente en el hígado y el riñón, pues son los encargados de eliminar las toxinas y deshechos que produce la metabolización de las proteínas.
  • Deficiencias nutricionales. La falta de vitaminas y minerales puede provocar enfermedades y trastornos graves.
  • Caries. El azúcar presente en la gran mayoría de alimentos industriales es la causa principal de caries en niños.
  • Otros: menor resistencia a las infecciones, alteraciones de la piel, retraso del crecimiento, problemas hormonales, cefaleas, cansancio, fracaso escolar, etc.

 

¿Cuáles son las pautas para una dieta sana en niños?

Es recomendable que se sigan pautas de alimentación saludable desde la infancia, puesto que los hábitos adquiridos a temprana edad suelen continuar presentes a lo largo de toda la vida. Las ideas más importantes a tener en cuenta para que los niños lleven una dieta sana son:

  • Predicar con el ejemplo. Los niños aprenden por imitación, por lo que para conseguir que lleven una dieta sana, también nosotros debemos llevarla.
  • Evitar forzar al niño a comer. Aunque antiguamente era habitual obligar a los niños a comer, lo cierto es que tiene más desventajas que ventajas. Nuestro post Bebés y niños mal comedores: ¿Por qué comen mal los niños y cuándo preocuparse? Parte I os dará más información al respecto.
  • Para beber, agua. Los refrescos y zumos tienen muchos azúcares y pueden ser perjudiciales para el niño, por lo que deben restringirse a ocasiones especiales. Se debe también evitar la cafeína y otras bebidas estimulantes.
  • Alimentación variada y equilibrada. Es muy importante que la dieta sea adecuada a cada edad y necesidades. Por eso, hay que intentar que los aportes nutritivos de los niños estén equilibrados. Es natural que tengan preferencias y quizá haya alimentos que no les gusten o no toleren, pero que habrá que encontrar sustitutos que cumplan esa función. Para eso, podemos seguir las pirámides de alimentación saludable, que nos darán una buena idea de qué tipo de alimentos están recomendados a diario y cuáles no.
  • 5 comidas al día. Los nutricionistas coinciden en que una dieta sana se compone de 5 comidas al día, por lo que los niños deberían adquirir estas rutinas desde pequeños. Sin embargo, hay que evitar a toda costa que las meriendas y/o los desayunos sean a base de productos industriales, ya que contienen muchos azúcares. También los postres deberían ser naturales, favoreciendo el consumo de fruta.
  • Regularidad en los horarios. Los niños necesitan rutinas para muchas cosas, entre ellas comer. Por eso, debemos mantener regularidad en los horarios de comida, y evitar que piquen entre horas.
  • Productos lácteos. La ingesta de calcio debe ser diaria, pero no tiene por qué provenir de los productos lácteos. Por eso, quienes prefieran o tengan que dejar la leche y los yogures, deberán cubrir esas necesidades con otros alimentos. Los que sí tomen lácteos deberán escoger aquéllos libres de azúcares y colorantes, y a ser posible bajos en grasas.
  • Azúcar. El azúcar es necesario para el organismo, pero debe tomarse con moderación. Hoy en día el consumo de azúcar es desproporcionado, debido principalmente a la ingesta de alimentos industriales como bollería, golosinas, zumos y yogures. Lo más aconsejable para garantizar que sigan una dieta sana es evitar comprar este tipo de alimentos para que el niño no los pida, y darle fruta cuando quiera algo dulce. Los edulcorantes artificiales tampoco están recomendados, especialmente la fructosa y el sorbitol, pues pueden producir diarreas e intolerancias en niños pequeños.

 

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