Los ganglios linfáticos son las primeras barreras defensivas de las que disponemos para poner en marcha nuestro sistema inmunológico y defendernos de los gérmenes que nos producen las infecciones.
Los ganglios están distribuidos por todo el cuerpo, son palpables en: cuello, nuca, axilas e ingles. Su tamaño normal es inferior al 1 cm de diámetro. Su aumento de tamaño suele ser la respuesta a infecciones locales o a enfermedades generales. Los del cuello son los que con mayor frecuencia se agrandan como consecuencia de las infecciones respiratorias de repetición que padecen los niños.
Si superan 2’5 cm o crecen rápidamente, duelen, enrojecen, el niño presenta fiebre alta y/o mucho cansancio, son motivo de consulta al pediatra.
Pauta a seguir ante el hallazgo de una adenopatía de forma casual por ejemplo al lavar la cabeza de vuestro hijo:
- Vigilar si aumenta de tamaño.
- Comprobar si hay una lesión cerca, ya sea rascado o picadura.
- Dar un analgésico y si en 24 horas no mejora consultar al pediatra.
¿Tienes dudas? Compra una consulta medica online y uno de nuestros pediatras te llamará inmediatamente.
Si te ha gustado, COMPARTE, ayúdanos a crecer, gracias