Para un correcto desarrollo y crecimiento, el cuerpo necesita energía y nutrientes, que adquiere de los alimentos. Los nutrientes incluyen hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales, y fibras. La importancia de cada tipo de nutriente, con la jerarquía que éstos ocupan, se representan gráficamente en el plato para comer saludable (1) que es una versión actualizada de la tradicional pirámide de alimentos, actualmente desfasada. Según los estudios actuales, que recomienda también unos hábitos saludables que son imprescindibles además de una buena alimentación y son la actividad física y el descanso adecuado.
La mala nutrición que ocasiona el sobrepeso actual de nuestra población infantil (que está en cifras muy elevadas) y que es un factor de riesgo que condiciona la aparición de patologías en los futuros adultos hace que nos tengamos que tomar muy en serio el tema de la nutrición. Algunos de los problemas de salud relacionados con la alimentación se agravan con la edad: diabetes tipo 2, algunos cánceres, enfermedades cardiovasculares, etc. Por lo que es esencial adoptar unos hábitos alimentarios adecuados ya desde pequeños.
Una buena nutrición sobre los niños contribuye a lo siguiente:
- Un crecimiento adecuado: proporción adecuada del peso según la altura, es decir percentiles equilibrados evitando los sobrepesos.
- Un buen nivel de energía y actividad física, recordando la necesidad de horas de descanso de calidad
- Un interés por aprender y formarse: una buena capacidad de aprendizaje y memoria.
- Un normal funcionamiento del sistema inmunitario, gracias a la dieta equilibrada y variada que los mantiene sanos.
- Una buena salud mental y autoestima, evitando los sobrepesos y las discriminaciones sociales que conllevan.
- Sienta las bases para una buena calidad de vida general en el futuro
La alimentación debe formar parte de la educación de los niños. Enseñando a nuestros hijos un hábito de alimentación y vida saludable, les estamos dando las herramientas para favorecer una vida satisfactoria.
A continuación se exponen unos consejos que pueden favorecer la adquisición de una alimentación saludable como hábito:
- Practicar con el ejemplo: hacer que toda la familia participe en comer una dieta más saludable ayuda a incorporar el hábito de forma natural. Comer alrededor de una mesa y no en frente del televisor también ayuda; la comida es un acto social.
- No presionar: Dejar que sea el niño quien decida cuánto comer, sin presionar ni insistir en que se termine todo lo del plato. Si sabes que come poco ponle menos evitando el conflicto.
- Evitar que la comida sea utilizada como moneda de cambio por el niño para conseguir sus objetivos y evitar la comida basura.
- Perseverar y tener paciencia: los niños no siempre están dispuestos a probar cosas nuevas, pero hay que ser persistente y posponer el inicio de ese alimento no eliminarlo de la dieta y las opciones de cambio también tienen que ser alimentos saludables. Pensar que los niños siempre copian y acabaran comiendo lo que comen los padres.
- Hacer la compra con los niños es una buena opción para que colaboren y participen de forma responsable de la salud de la familia, al igual que cocinar con ellos, esto también ayuda a que luego prueben alimentos nuevos
- Y nuevamente enseñar con el ejemplo, la práctica de una buena actividad física que ayuda a mantener activas a gentes de todas las edades.
- “Derechos de autor © 2011 Universidad de Harvard. Para más información sobre El Plato para Comer Saludable, por favor visite la Fuente de Nutrición, Departamento de Nutrición, Escuela de Salud Pública de Harvard,http://www.thenutritionsource.org y Publicaciones de Salud de Harvard, health.harvard.edu.
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