Mi hijo se ha tragado una moneda, ¿Qué hacemos?
La ingesta de un cuerpo extraño es una consulta muy frecuente en Urgencias de Pediatría.
Y dentro de estas consultas, la ingesta accidental de una moneda suele ser de las consultas más habituales.
En la mayoría de las ocasiones, no suele suponer un problema grave y en su mayoría no hay que hacer nada, sólo esperar y observar cada día las heces de nuestro niño, porque expulsará la moneda por su vía “natural” en sus deposiciones.
Si no observamos el momento en que se ha tragado la moneda, debemos intentar asegurarnos de que efectivamente es una posibilidad, confirmándolo con el niño o buscando por la habitación donde se encontraba jugando.
Si no estamos seguros de la ingesta accidental, ¿Qué hacemos?
- Si el niño no tiene ningún síntoma, podemos observarlo unos días y comprobar si aparece la moneda en sus heces.
- Si los padres están muy asustados o, por supuesto, si el niño no está bien, se debe acudir a un Servicio de Urgencias Pediátricas, donde si se estima oportuno, se le hará una radiografía. Esta permitirá saber si la tragó o no. La radiografía es muy útil en estos casos. Las monedas se ven muy bien en una radiografía de tórax (ojo, no se ven otros objetos como juguetes de plástico, etc).
Y si estamos seguros de la ingesta accidental, ¿Cómo actuamos?
Lo más importante es observar al niño. Hay que asegurarse de que está bien, respira bien y no le cuesta tragar saliva.
Pueden presentarse diferentes situaciones cuando el niño se traga una moneda:
1) Que en su paso por el esófago, el cuerpo extraño se quede impactado en él. Esto provocará que el niño tenga dificultad para tragar, molestias en la garganta, babeo, vómitos… En esta situación, hay que acudir a Urgencias Pediátricas para que lo valoren y si precisa le realizarán una endoscopia digestiva superior para sacarla lo antes posible.
Si logra pasar por el esófago, lo más probable es que la moneda ya no cause ninguna complicación.
2) Que se produzca su paso a la vía respiratoria y no a la digestiva. Esto sería lo más peligroso. Si esto pasa, el niño puede sufrir lo que se llama una obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño. Esta situación produce falta de aire. En ese caso, hay que pedir ayuda, llamar al 112 e iniciar maniobras de desobstrucción de la vía aérea de manera inmediata.
3) Si el niño está bien, sin ningún síntoma, debemos ofrecerle muchos líquidos y observar cada día sus deposiciones hasta encontrar la moneda. Si el niño presentara cualquier otro síntoma como dolor abdominal, vómitos, malestar, fiebre… debemos consultar al Pediatra.
Cuando se demuestra en una radiografía que efectivamente se aprecia la moneda en el intestino del niño, y éste se encuentra bien, sólo nos queda esperar a que la expulse en las heces. En caso de no hacerlo en el tiempo de más de una semana, debemos acudir al pediatra para una reevaluación.
Nunca debemos…
– Gritar al niño cuando observamos que se mete la moneda en la boca. Se podría asustar y tener un atragantamiento.
– Provocarle el vómito. Una vez que se la ha tragado sólo se debe observar.
Ésta es una imagen de la radiografía de una niña de 20 meses tras ingesta accidental de una moneda en el momento del diagnóstico. Por la posición alta de la moneda, se planteó en un primer momento, su extracción mediante endoscopia digestiva, que finalmente no precisó, observándose que expulsó la moneda en heces sin llegar a presentar ningún síntoma.
Conclusión: la ingesta de cuerpo extraño es algo frecuente en la infancia, asusta mucho a los padres pero no suele requerir grandes actuaciones, salvo en el caso de pilas redondas planas que pueden abrirse en el estomago y son de contenido tóxico, por lo que requieren actuación de urgencia.
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