Niños con alergia a los alimentos, ¿cómo actuar?

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Las alergias a los alimentos cada vez se detectan con mayor frecuencia y siempre se generan dudas sobre la conducta a seguir: si retirar el alimento de la dieta del niño o si se le mantiene para “que se acostumbre”. Es importante distinguir entre sensibilidad a un alimento y alergia a un alimento.

 

Sensibilidad a un alimento

Decimos que alguien tiene sensibilidad a un alimento cuando en su sangre detectamos anticuerpos IgE contra a ese alimento.

 

Alergia a un alimento

Decimos que alguien es alérgico a un alimento cuando al tomarlo, se ponen en marcha en su cuerpo unas acciones que producen toda una serie de síntomas visibles que alteran al niño. Es lo que conocemos como una reacción alérgica.

No todos los niños a los que se detecta anticuerpos IgE en sangre desarrollan una alergia.

En las alergias hay una base de mal funcionamiento del sistema inmunológico y éste es el encargado de nuestras defensas. Así podemos encontrar niños que teniendo anticuerpos frente a un alimento, incluso en cifras altas, no presentan una respuesta alérgica al contactar con el alimento. En cambio en otras ocasiones, no detectando estos anticuerpos, sí hay reacción al entrar en contacto con dicho alimento.

La duda se genera cuando sabemos que el niño tiene anticuerpos frente a un determinado alimento.

 

Si tiene sensibilidad a un alimento, ¿lo elimino de su dieta?

La respuesta no depende del resultado de la analítica, sino de los síntomas que presenta cuando lo toma. Es decir, de la reacción alérgica que se desencadena cuando lo toma:

  • Si tener contacto con el alimento empeora claramente la calidad de vida del niñoo llega incluso a ponerla en peligro, debemos evitar el alimento, pues es una alergia grave.
  • Sicuando tiene contacto con el alimento la reacción es muy leve o inapreciable, lo mejor es mantener el alimento en su dieta, pues es una alergia leve o muy leve.

 

Si tiene alergia a un alimento, ¿lo elimino de su dieta?

  • En las alergias la prioridad es la calidad de vida del niño y su seguridad, por lo que si la reacción es peligrosa o le hace pasarlo mal debemos evitar el alimento.
  • Pero cuando no hay peligro por la levedad de la reacción lo que buscamos es que pierda esa sensibilidad al alimento lo antes posible.

 

Cuando eliminamos un alimento de la dieta corremos el riesgo de que la alergia aumente y si lo mantenemos tiende a desaparecer.

 

Siempre que se pueda hay que intentar que el niño “se acostumbre al alimento”. El motivo es que no podemos garantizar nunca al 100% la eliminación del alimento. Siempre habrá contactos accidentales: un alimento elaborado que lo contiene y no nos hemos dado cuenta, alguien que le ofrece al niño el alimento sin saber que es alérgico, que el propio niño lo encuentre y lo pruebe…,etc. Hay muchas situaciones en las que puede tenerse esos contactos.

 

Y hay situaciones en las que el sistema defensivo está activado: al comienzo de una infección, tras una vacunación…situaciones en que las defensas están buscando al culpable de la agresión. Son momentos en los que cualquier contacto con algo a lo que ya se es sensible puede desencadenar una reacción más intensa de lo habitual y, de esta manera, la alergia aumenta progresivamente.

 

Es decir: La reacción tiende a ser cada vez más intensa si coinciden sistema defensivo activado y contacto con el alimento.

 

Pero si el contacto es frecuente, pues se sigue tomando el alimento, habrá muchas ocasiones en las que se tiene contacto con el alimento sin que estén activadas las defensas. En este caso, la sensibilidad tenderá a desaparecer. 

Los alimentos además pueden tomarse más o menos procesados, con sus proteínas más o menos modificadas, por tanto las reacciones también pueden variar según como se tome el alimento.

 

Cuanto más alteradas o modificadas por la cocción se encuentren las proteínas de un alimento, menos posibilidades tiene de que sean reconocidas por el sistema defensivo y por lo tanto, tiene menos capacidad de generar alergia.

 

Para conseguir que mejore la tolerancia a los alimentos en un niño que es alérgico y de esta manera que vaya perdiendo su sensibilidad hay que: empezar con las formas de ese alimento más procesadas y que generan menos reacción, seguir con alimentos menos procesados y finalmente introducirlos incluso crudos, con la idea de que no genere una reacción que pueda ser peligrosa o empeorar su calidad de vida.

 

Lo habitual es que tras un tiempo de tomar una forma muy procesada, se toleren cada vez mejor formas más crudas, hasta que llega un momento que se pierde totalmente la sensibilidad.

 

Como hemos comentado más arriba, en las alergias hay un problema inmunológico de base que se llama Hiperreactividad y la entendemos como una respuesta exagerada a algo. Conocidas las analíticas o pruebas cutáneas la sensibilidad a un alimento. Decidida la actitud sobre si eliminar o no el alimento de la dieta.

 

Hay que entender que esa alergia no es más que un síntoma de un problema crónico. Su sistema defensivo no está funcionando bien y está reaccionando de forma excesiva e injustificada. Lo habitual es que tras esta alergia lleguen otras por lo que es importante tratar esa hiperreactividad.

 

¿Cómo tratar la hiperreactividad? Ataquemos sus causas:

  1. Cuida la flora de tu hijo.Es uno de los factores que más influyen en la regulación del sistema defensivo:
    1. Sácalo de la vitrina.Evita la sobreprotección, deja que su sistema inmunitario se desarrolle y entre en contacto con su entorno, virus incluidos. Trabaja contra las infecciones en lugar de hacerlo contra alimentos, pólenes, ácaros,…etc.
    2. Déjalo que se ensucie. Necesita una flora rica y cambiante. No hace falta que todo esté desinfectado.
    3. Repón su flora si se le daña. Siempre que tome antibióticos deben tomarse probióticos.

 

  1. Promociona sus actividades al aire libre. El sol aumenta la producción de vitamina D en la piel. Y la vitamina D es un inmunomodulador. El sol tiene un efecto positivo en la regulación del sistema defensivo. Consigue que se ponga moreno, eso sí, sin quemarse.

 

  1. Una dieta equilibrada. En niños con alergias es muy frecuente que haya un desequilibrio entre los Omega 3 y los Omega 6. Este desequilibrio que regula la capacidad inflamatoria de los tejidos, puede corregirse cambiando la dieta o con suplementos de Omega 3. Siempre es mejor con la dieta pues los hábitos se adquieren en la infancia.

 

  1. Por último, hay medicamentos que reducen la hiperreactividad. En ocasiones se aconseja un tratamiento de fondo a largo plazo y una pauta en las crisis.

 

Por tanto, se puede acabar eliminando la Hiperreactividad. No hacerlo condena al Hiperreactivo a seguir siendo alérgico y lo habitual es ir añadiendo problemas a la lista.

 

 

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