El uso del chupete en bebés y niños: ¿Es recomendable? ¿Hasta cuándo? Consejos básicos para dejar el chupete
En nuestra sociedad, el uso del chupete en bebés y niños está muy extendido. Sin embargo, cada vez son más los padres que deciden no utilizar el chupete o que tienen dudas acerca de sus posibles efectos negativos. En este post hablaremos sobre las ventajas y desventajas del uso del chupete en bebés y niños pequeños y os daremos unas pautas básicas para su correcta utilización. Además, dado que la retirada del chupete puede ser complicada o incluso estresante en algunos casos, os enseñaremos algunos trucos para hacer este paso menos angustioso para todos.
¿Es bueno o malo utilizar el chupete?
La utilización del chupete en bebés y niños es un tema controvertido, tiene partidarios y opositores casi a partes iguales. Hay quienes consideran innecesario fomentar el apego del niño a este tipo de utensilios, haciendo hincapié en todos sus posibles efectos secundarios, y quienes consideran que los beneficios del chupete superan con creces todas sus desventajas. Pero, ¿cuáles son los pros y contras de usar chupete?
- Ventajas del uso de chupete en bebés: Tiene un efecto calmante y analgésico en el bebé, ayudándole a conciliar el sueño y a sobrellevar momentos de malestar o dolor, como cuando va al médico o se le pone una vacuna. También es de gran ayuda cuando viaja en avión, ya que la succión le ayuda a regular la presión en los oídos y a evitar las molestias asociadas. Por otro lado, recientes estudios han encontrado una estrecha relación entre el uso del chupete durante el sueño y un descenso del riesgo de sufrir SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante), especialmente en bebés alimentados de forma artificial.
- Desventajas del uso de chupete en bebés: Cuando se comienza a utilizar demasiado pronto, desde el momento mismo del nacimiento, el uso del chupete puede interferir en la lactancia materna, haciendo que el niño rechace el pecho o le cueste más engancharse a él. Su uso también puede estar vinculado a una mayor frecuencia de otitis o infecciones del oído medio y a problemas dentales (cuando se usa de forma abusiva y prolongada). Además, aunque el chupete no genera “dependencia” en sí mismo, cuando se utiliza de forma incontrolada y como único remedio para calmar al pequeño, puede generar problemas de apego que hacen difícil su retirada.
Cómo usar correctamente el chupete
Vistos los pros y contras del uso del chupete en bebés y niños, es necesario aclarar que el uso del chupete no es malo siempre y cuando se haga de forma responsable y controlada. En general, las pautas básicas para un uso correcto y responsable del chupete son las siguientes:
- Evitad utilizarlo siempre que el niño llora y como única medida de desahogo para el pequeño. El llanto es su única forma de comunicación y no lo utiliza sólo para pedir comida, sino que con él también reclama nuestra atención y cariño. El chupete es, al final, un sustituto del pecho materno. Las mamás que alimentan con lactancia materna habrán podido observar que muy a menudo el bebé succiona el pecho incluso cuando ya está saciado, sin apenas extraer leche. Esto ocurre porque esa situación es placentera y el niño siente consuelo y protección, no sólo alimento. Es por este motivo que los bebés se tranquilizan cuando se les ofrece un chupete, ya que relacionan instintivamente la succión de la tetina con este gesto instintivo de contacto con su madre. Utilizar el chupete de forma abusiva, privando al pequeño de nuestras caricias o nuestras voces, puede ser perjudicial para su desarrollo emocional.
- No se debe ofrecer el chupete hasta que el pequeño se haya enganchado correctamente al pecho y se alimente de forma correcta, para no interferir con la lactancia materna. Si el bebé se alimenta de forma artificial, el uso del chupete no tiene por qué interferir en el proceso y se podría utilizar con normalidad.
- Estudios recientes demuestran que el uso del chupete durante el sueño disminuye el riesgo de SMSL. Por ello, durante el primer año de vida es recomendable que lo utilicen para dormir, especialmente los que son alimentados de forma artificial, aunque las horas que pasan despiertos deberían prescindir de él (salvo ocasiones puntuales).
- Para evitar caries y afecciones bucales, no se debe mojar el chupete en miel u otras sustancias.
- Es recomendable que sólo se use en ocasiones puntuales. El bebé necesita experimentar con su boca, hacer gorgoritos y aprender a dormir o relajarse con otros mecanismos. Tener constantemente un chupete en la boca le limitará en estos aspectos y le provocará problemas dentales y bucales.
- Los chupetes deben ser de buena calidad, cumplir con las normas de seguridad y estar adaptados a la edad del niño. Debemos, además, mantenerlos limpios y en buen estado, y desecharlos cuando se deterioran.
- La Asociación Española de Pediatría recomienda no utilizar el chupete a partir de los 12 meses de edad, ya que a esa edad el riesgo de SMSL es mucho menor y la necesidad de succión del bebé también se reduce considerablemente. De esta forma evitaremos que desarrollen problemas dentales o del habla, así como otros efectos secundarios.
Adiós al chupete: ¿Cómo ayudar al niño a dejar el chupete?
Dejar el chupete puede ser un momento estresante para todos, especialmente si el niño se ha acostumbrado mucho a su uso. Por eso, la primera recomendación es hacer un uso controlado del chupete desde el principio, utilizándolo sólo en momentos puntuales o durante el sueño (para evitar el SMSL), y quitándose cuándo está despierto. También hemos de tener en cuenta que hemos sido nosotros quienes le hemos dado el chupete, por lo que no podemos exigirle que entienda de un día para otro que ahora ya no es necesario. Debemos ser pacientes y comprensivos con el niño, y nunca castigarle o regañarle por este motivo. En general, estos consejos pueden ayudaros a llevar el proceso de forma menos traumática:
- Es recomendable comenzar el proceso de retirada en un momento en el que el niño esté tranquilo, sin que coincida con momentos estresantes para él como la llegada de un hermanito, el comienzo de la guardería o cualquier otro cambio importante.
- Empezaremos dejándole de ofrecer el chupete en las ocasiones en las que antes lo hacíamos, buscando otras formas de consuelo. Si, por ejemplo, el niño se encuentra más nervioso de lo habitual, podemos tranquilizarlo con nuestra compañía y cariño, o si tiene dificultades para conciliar el sueño, podemos leerle un cuento, cantarle o acariciarle hasta que se acostumbre a dormir sin chupete.
- Aunque la AEP recomienda dejar el chupete a partir de los 12 meses, hay padres que se lo retiran más tarde. A medida que el niño es más mayorcito puede ser más difícil decirle adiós al chupete, pero también podemos razonar más con él. En estos casos es mejor comenzar poco a poco, empezando por una fase de preparación en la que le decimos que pronto dejará el chupete, porque es malo para sus dientes, por ejemplo. Hoy en día existen muchos cuentos y recursos sobre este tema que pueden ayudarle a asimilarlo. Al cabo de unos días, cuando veamos que el niño está concienciado, le diremos adiós al chupete de una forma divertida o que tenga significado para él. Podemos, por ejemplo, dárselo a los Reyes Magos o meterlo en un sobre y mandárselo (simbólicamente) a alguien a quien el pequeño admire. Debemos tener en cuenta que aunque consigamos que el niño tire el chupete con cierta determinación, los días siguientes a su retirada el pequeño va a sentirse más inseguro y ansioso, por lo que debemos darle todo nuestro apoyo, paciencia y comprensión. El chupete era su desahogo, algo que le calmaba o le ayudaba a dormir, por lo que es normal que al principio le cueste encontrar otros mecanismos para sustituirlo. Es nuestra tarea ayudarle en este proceso y consolarle, recalcándole lo orgullosos que estamos de él.
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