El crecimiento en bebés y niños, curvas o gráficas de crecimiento y percentiles, ¿qué son y para qué sirven?
Una de las mayores preocupaciones de los padres es saber si sus hijos están creciendo y desarrollándose de forma correcta. Para poder evaluarlo, lo más habitual es utilizar unos gráficos que permiten hacer un seguimiento de parámetros como la altura y el peso, entre otros. Son lo que conocemos como gráficas o curvas de crecimiento, mientras que los percentiles son los valores que nos van a permitir comparar el desarrollo de un niño con respecto a otros de su edad.
¿Qué es una curva de crecimiento y cómo se construye?
Una curva de crecimiento es una representación gráfica de ciertos parámetros, como el peso, la altura, el perímetro cefálico, y/o el índice de masa corporal. Las más utilizadas y reconocidas son las que elabora la Organización Mundial de la Salud.
Para su construcción se recogen datos sobre una muestra representativa de niños y niñas sanos, por edades y sexo, desde que nacen hasta que llegan al final de la adolescencia. Estos datos, después de ser tratados estadísticamente, se representan gráficamente en unas curvas marcadas con unos valores predeterminados (correspondientes a los percentiles 3, 15, 55, 85 y 97) que servirán de base para comparar y evaluar si el niño se está desarrollando correctamente.
¿Qué son los percentiles y para qué sirven?
Un percentil es un valor estadístico que hace referencia a aquellos valores que se sitúan por debajo de un determinado porcentaje. Si, por ejemplo, un niño tiene un percentil 80 de altura significa que, comparado con los niños de su edad, hay un 20% de niños más altos que él y un 80% de niños con menor estatura. Cuanto mayor sea el número del percentil, más altura o peso tendrá el niño con respecto a los niños de su edad, y cuanto más pequeño sea el percentil, menor será el valor del parámetro medido. Así pues, la función de los percentiles es permitir la comparación de las mediciones de un niño en concreto con el conjunto de niños de su edad y sexo. De esta forma se pueden detectar posibles desviaciones y problemas.
Interpretación de los percentiles y las curvas de crecimiento
En general, no hay un percentil “normal” o “ideal”. Se considera que el rango normal oscila entre el percentil 3 y el percentil 97, pero lo cierto es que los percentiles por sí solos no indican el estado de salud de un niño y han de valorarse en un contexto más amplio.
Más interesante que conocer un dato concreto y puntual, es analizar la curva de crecimiento a lo largo del tiempo. De esta manera se puede evaluar si se está produciendo algún cambio relevante en la tendencia de crecimiento. Por ejemplo, una caída repentina en el peso de un bebé al que se le está empezando a incorporar en la dieta gluten o leche artificial, podría indicar algún tipo de intolerancia que habría que estudiar más detalladamente.
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