El frenillo de la lengua o frenillo lingual corto o anquiloglosia, para complicarlo más, suele aparecer entre el 3 y el 10% de los niños recién nacidos y lo vemos fácilmente cuando el bebé llora, justo desde el momento al nacer. Cuando el frenillo es muy corto puede deformar la punta de la lengua produciendo la llamada “lengua bífida” o más cariñosamente: lengua en corazón.
¿Qué es el frenillo de la lengua? ¿Cómo se forma?
El frenillo de la lengua o lingual es un pliegue de mucosa que une la cara posterior de la lengua con el suelo de la boca.
Se forma durante el embarazo y es debido a una alteración en la unión de los músculos de la zona.
¿Para qué sirve el frenillo de la lengua o lingual?
En realidad no tiene ninguna función específica, sin embargo, un frenillo lingual corto puede dificultar la movilidad de la lengua y esto tiene sus consecuencias.
- Puede ser una de las causas del fracaso de la lactancia materna. Durante la succión, la lengua del bebé debe realizar una serie de movimientos que ayudan a extraer la leche materna y seguidamente a deglutirla. Si existe un frenillo lingual corto, estos movimientos pueden estar dificultados.
– Puede perjudicar tanto a la madre como al bebé:
- En el caso de la madre, la mala succión le provocará aparición de grietas a nivel del pezón con dolor intenso al dar de mamar.
- En el caso de los bebés, el frenillo dificultará su alimentación.
- En niños más mayores puede afectar al lenguaje y el habla debido a que la punta de la lengua no llega bien al paladar impidiendo la pronunciación de distintos sonidos, letras y palabras.
¿Qué hacer con los frenillos de la lengua o frenillo lingual corto?
Sólo trataremos aquellos frenillos que causen problemas. El tratamiento será siempre quirúrgico mediante una simple sección del mismo, es decir, frenectomía.
Durante los primeros tres meses de vida, el frenillo es muy fino y está muy poco vascularizado, por lo que la sección se puede hacer en el mismo consultorio del cirujano sin ningún tipo de anestesia.
Pasados los primeros meses de vida, el frenillo se vuelve fibroso y aumenta mucho su vascularización. Esto hace que tengamos que seccionarlo mediante cirugía programada, con una leve sedación del bebé y que no precisa ingreso hospitalario.
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