¿Es importante el examen auditivo de bebés recién nacidos?
Los problemas de audición “de nacimiento” afectan entre 1 y 3 de cada 1000 recién nacidos y no siempre se conoce la causa. Con el examen auditivo de los recién nacidos se pueden prevenir muchas consecuencias.
Hay que tener en cuenta que:
- La mayoría de los recién nacidos se sobresaltan ante sonidos fuertes.
- Los bebés reconocen la voz de sus padres antes de los 3 meses.
- Los bebés miran y giran la cabeza hacia los ruidos antes de los 6 meses.
- Los lactantes imitan sonidos y dicen algunas palabras antes de los 12 meses.
A medida que el bebé crece hasta convertirse en un niño pequeño, los signos de pérdida de audición pueden incluir:
- Limitaciones en el habla, habla deficiente o falta de habla
- Falta de atención frecuente
- Dificultades de aprendizaje
- Necesidad de subir el volumen del televisor
- Falta de respuesta al nivel ruido conversacional o respuesta inadecuada
En los primeros años de vida, la audición es un aspecto fundamental del desarrollo social, emocional y cognitivo de un niño. Una pérdida aunque sea leve o parcial de la audición puede afectar la capacidad de un niño de hablar y entender el lenguaje.
La mayoría de los problemas de la audición son tratables si se los toma a tiempo, idealmente antes de que un bebé cumpla tres meses. Por lo tanto, es importante hacer exámenes tempranos de la audición de su hijo y evaluaciones regulares además de en cualquier momento que se sospeche algún tipo de problema.
Se recomienda hacerles a todos los bebés recién nacidos una prueba de la audición antes del alta hospitalaria con la finalidad de identificar a todos los niños nacidos con pérdida de audición permanente antes de que cumplan tres meses. Si el examen auditivo no se realiza o el bebé nació en casa, es importante que se haga dentro de las tres primeras semanas de vida.
Si la prueba de audición del bebé no es del todo normal, no significa que el bebé tenga una pérdida de audición. Los restos o el líquido en el oído pueden dificultar la prueba, se aconseja entonces repetirla para confirmar el diagnóstico. Es importante repetirla en el término de tres meses, para confirmar el diagnóstico y poder comenzar un tratamiento de forma inmediata. El tratamiento suele ser más eficaz si se inicia antes de los seis meses del bebé.
Vemos por tanto que este examen sencillo, no invasivo, en el recién nacido puede ayudar mucho a que los bebés con problemas auditivos reciban tratamiento de forma precoz y se minimicen las consecuencias de esta alteración.
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