SOPLO CARDÍACO INOCENTE, ¿EN QUÉ CONSISTE?

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heart-1077724_1920SOPLO CARDÍACO INOCENTE, ¿EN QUÉ CONSISTE?

Los niños tienen unas características en su sistema cardiovascular algo diferentes a las de los adultos. Su corazón en general late más rápido, el sistema aún está en crecimiento y por tanto en constante variación, aumentan sus pulsaciones frecuentemente debido a los episodios de fiebre, etc.

En una exploración física realizada durante una revisión rutinaria, o bien durante un proceso febril o de cualquier enfermedad que presente el niño, se puede detectar por primera vez un SOPLO CARDÍACO.

Hay diversos tipos de soplos cardíacos, y de causas muy variables. Para diferenciarlos a veces solo es necesaria la auscultación por parte del pediatra, sin ser necesarias otras pruebas. En cambio, otras veces el TIPO DE RUIDO que emite el soplo (si es más agudo o grave, si es vibratorio, etc), o bien el MOMENTO EN EL QUE SE ESCUCHA (durante la contracción cardíaca “sístole” o durante la relajación cardíaca “diástole”) avisan sobre una probable causa grave del origen del soplo, y en este caso el pediatra solicitará pruebas complementarias o bien derivación del paciente para que lo valore el cardiólogo pediátrico.

Es un hecho que la mayoría de veces en las que se detecta un soplo en la exploración física de un niño se trata de un síntoma que no reviste gravedad. La mayoría de veces se trata de hallazgos casuales, que no guardan relación con el proceso por el cual se consulta, como un niño que acude por fiebre y durante la exploración se le detecta un soplo que no tiene nada que ver con sus síntomas.

EL SOPLO, ¿SERÁ INOCENTE O SERÁ SECUNDARIO A UNA ENFERMEDAD CARDÍACA?

Es muy importante conocer los antecedentes familiares y personales del niño (arritmias conocidas en familiares o muerte súbita, alteraciones en el músculo cardíaco…o niños con antecedentes de cardiopatías congénitas, que han sido intervenidos por patología cardíaca, etc.) además de los síntomas actuales que presenta el paciente. Las preguntas que efectuamos al paciente (ANAMNESIS) nos sitúan en un contexto, que se complementará con la EXPLORACIÓN FÍSICA cardíaca y vascular que permite detectar anomalías en el funcionamiento de estos sistemas.

Con solo estas dos pequeñas intervenciones (anamnesis y exploración física) el pediatra sitúa al paciente en un escenario concreto, y gracias a eso podrá decidir si es candidato a ser seguido por su pediatra, o bien requerirá valoración por el cardiólogo pediátrico y la realización de pruebas complementarias como el eletrocardiograma o la ecocardiografía.

Pongamos un ejemplo: un niño previamente sano, en edad escolar, que acude a una visita de rutina, y en ella se le detecta un soplo cardíaco por primera vez, y además este soplo es de baja intensidad, sistólico (es decir se oye solo durante la contracción cardíaca) y vibratorio o musical, será diagnosticado muy probablemente de SOPLO FUNCIONAL O SOPLO INOCENTE, sin necesidad de añadir más pruebas. Para ello será imprescindible también que la exploración no muestre otros signos de posible patología cardíaca. En este caso es suficiente con el seguimiento rutinario habitual por parte del pediatra para asegurarse que el soplo desaparece con el crecimiento y se mantienen sus características “inocentes”.

En cambio, un escenario muy diferente es si se trata de un recién nacido, si existen antecedentes preocupantes, si el soplo se oye durante la diástole, es muy “fuerte” o se asocia a otras anomalías en la exploración física (como edemas, coloración azulada de la piel o las mucosas…).  Aumentará mucho la probabilidad de que el soplo no sea inocente el hecho de que el niño presente síntomas compatibles con mal funcionamiento  del sistema cardiovascular.

QUÉ TIPO DE SOPLOS INOCENTES O FISIOLÓGICOS EXISTEN

Dentro del término genérico “SOPLO INOCENTE” existen diferentes tipos de soplos, de los cuales los más habituales son:

  1. El soplo VIBRATORIO DE STILL: es el más común, se presenta en edad pre-escolar (3-6 años), y puede ser más notable en episodios de fiebre o enfermedades intercurrentes, o bien en estados de excitación.
  2. El soplo PULMONAR DE FOGEL: también muy común, afecta a niños algo mayores (entre 8 y 14 años aproximadamente). Es muy frecuente en adolescentes con pectus excavatum, una malformación del tórax que es muy habitual, y si no es excesivamente marcada, no suele dar ningún síntoma ni problema.
  3. El soplo SISTÓLICO AÓRTICO: que puede afectar tanto a escolares como a adolescentes.
  4. El soplo de ESTENOSIS DE RAMAS PULMONARES: en este caso, aunque se trata también de un soplo inocente, sí afecta a recién nacidos y lactantes hasta los 6 meses.
  5. El soplo SISTÓLICO SUPRACLAVICULAR o CAROTÍDEO: se oye más arriba de las clavículas o en el cuello en niños de cualquier edad.
  6. El ZUMBIDO VENOSO: suele aparecer entre los 3 y 6 años, y se oye con el paciente sentado, pero no si está estirado.

En el caso de que tu hijo o hija sea diagnosticado de alguno de estos soplos no tiene mayor importancia ni es grave, sino que es un “momento fisiológico” por el que pasará, y el soplo desaparecerá con el crecimiento.

COMO SABER SI DEBO CONSULTAR CON UN CARDIÓLOGO PEDIÁTRICO

El pediatra de cabecera remitirá al paciente a un cardiólogo en unos casos concretos, en los que se reconoce que existen SIGNOS DE ALERTA de que el soplo puede no ser inocente. Por ejemplo, son signos de alerta el hecho de que:

  1. Haya síntomas relacionados con el soplo (hinchazón en tobillos, otros ruidos cardíacos, dolor en el pecho, cansancio, dificultad para respirar, dificultad para realizar las tomas, fallo de crecimiento…entre otros)
  2. El niño presente una coloración azulada de la piel (CIANOSIS) o los pulsos estén alterados.
  3. El soplo sea muy intenso, es decir se oiga fácilmente con el fonendo, o bien se oiga durante la diástole.
  4. En la radiografía de tórax, en caso de realizarse, se observe una silueta cardíaca aumentada o disminuída de tamaño, o bien alteración de los vasos sanguíneos que irrigan los pulmones.
  5. El electrocardiograma, en caso de realizarse, sea anormal.

En el resto de situaciones el pediatra seguirá al niño en las revisiones de rutina y constatará la resolución del soplo sin necesidad de someter al niño a otras exploraciones o valoración por el especialista.

EN CONCLUSIÓN

Un soplo cardíaco sistólico aislado, sin otros síntomas cardíacos, de intensidad baja, en un niño previamente sano y en edad fuera del período neonatal, tiene muchas probabilidades de ser de causa INOCENTE, es decir sin patología cardíaca o sistémica grave como causante del soplo. Por tanto, será suficiente con el seguimiento por un pediatra de cabecera sin necesidad de nuevas pruebas, tratamientos ni seguimiento especializado por un cardiólogo pediatra. En estos casos el niño podrá llevar una “vida normal”, incluida la actividad física o el deporte que quiera realizar.

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