¿Qué hacer si tu hijo se ATRAGANTA?
Los niños con frecuencia se atragantan. Habitualmente lo hacen con alimentos, juguetes pequeños o monedas. Estos episodios pueden ser letales si no se actúa debidamente.
CAUSAS Y PREVENCIÓN:
Se deben tomar ciertas medidas para prevenir que un niño se atragante. Conviene para ello conocer las principales causas de atragantamiento en niños y así poder modificar algunos hábitos que resultan peligrosos.
Juguetes:
Entre los juguetes que más frecuentemente causan atragantamiento en niños se encuentran aquellos que contienen piezas pequeñas, así como los globos. Conviene evitar que los más pequeños utilicen estos juguetes y que se los metan en la boca.
Alimentos:
Los alimentos que suponen un mayor riesgo de atragantamiento son la manzana o zanahoria crudas, en especial para los lactantes que se inician en la alimentación con sólidos. Las salchichas, las uvas, los frutos secos y los caramelos duros también son causas frecuentes de atragantamiento. Se debe enseñar al niño a comer sentado y masticar bien los alimentos. Y en el caso de los alimentos peligrosos, se pueden ofrecer a los niños más pequeños modificando su forma, tamaño o textura (por ejemplo: ofrecer las zanahorias ya cocidas, o los frutos secos en forma molida).
Otras:
Se deben mantener fuera del alcanze de los niños elementos pequeños que puedan introducirse en la boca como las monedas o las pilas, por ejemplo.
CÓMO ACTUAR ANTE UN ATRAGANTAMIENTO
Si, aun teniendo estas precauciones, se presentara un episodio de atragantamiento en un niño, se puede actuar para mejorar el pronóstico, que puede ser muy grave causando incluso la muerte en algunos casos. Y es imprescindible hacerlo bien, siguiendo ciertas pautas y evitando algunas acciones, a veces basadas en la cultura popular.
LO QUE NO SE DEBE HACER
Numerosos estudios al respecto concluyen que no se debe introducir la mano en la boca del niño que se está atragantando (a no ser que el objeto sea visible y accesible) para intentar sacarlo, lo que se conocería como “barrido a ciegas”.
Tampoco conviene dar palmaditas suaves en la espalda del niño que ya está tosiendo eficazmente, ya que podríamos estorbarlo o mover el objeto y causar más daño.
LO QUE SÍ SE DEBE HACER
Podemos encontrarnos con tres escenarios diferentes:
- Un niño que está consciente (despierto) y tosiendo eficazmente (es decir que la tos es fuerte, puede coger aire entre los episodios de tos, puede hablar o llorar…) En este caso deberemos ANIMARLE A TOSER, hasta que se resuelva el problema.
Si no es suficiente y la tos del niño se vuelve inefectiva, gritaremos para PEDIR AYUDA, para que alguien pueda llamar a emergencias (al número 112) mientras nosotros iniciamos las maniobras que veremos a continuación.
- Un niño consciente, pero con tos inefectiva (no puede hablar, la tos es débil o no tose, no puede respirar, presenta coloración azulada…). DE INMEDIATO deberemos aplicar maniobras que le ayuden a eliminar el objeto atascado en su vía aérea.
- Lo primero que haremos es dar CINCO GOLPES FIRMES EN SU ESPALDA, entre las dos escápulas y con la palma de nuestra mano. En el caso de los niños mayores lo podemos hacer en posición incorporada, levemente inclinados hacia delante; pero en caso de un lactante tumbaremos al niño sobre nuestro antebrazo, bocabajo, sujetándolo con una mano sobre la mandíbula del niño sin obstruir la boca y con la otra mano aplicándole los golpes en la espalda de forma firme con el talón de nuestra mano.
- Si esto no es suficiente debemos cambiar de maniobra para intentar eliminar el objeto atascado. En el caso de los lactantes (bebés) los giraremos sobre nuestro otro antebrazo, de forma que ahora los sujetaremos tendidos bocarriba, con la cabeza ligeramente más baja que el tronco, y realizaremos CINCO COMPRESIONES TORÁCICAS. Es decir: con la otra mano, utilizaremos dos dedos sobre el esternón para intentar hundir de forma brusca su tórax, de forma que quizá el objeto salga “disparado” hacia el exterior o la boca. En el caso de los niños mayores, lo que utilizaremos es la MANIOBRA DE HEIMLICH. Se trata de colocarnos detrás del niño (de pie o sentados), abrazándolo desde detrás, y con nuestro puño sobre la boca del estómago y con la otra mano sujetando el puño, ejerceremos presión sobre su abdomen hacia atrás y hacia arriba a la vez. También repetiremos esta operación cinco veces.
Alternaremos los golpes en la espalda con las compresiones torácicas (bebés) o la maniobra de Heimlich (niño mayor), hasta que se resuelva el episodio o bien el niño pierda el conocimiento.
- Si el niño está inconsciente necesita una REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (RCP). Tumbando al niño boca arriba, miraremos en su boca por si el objeto estuviese accesible para retirarlo con la mano. Después abriremos su vía aérea con la maniobra frente-mentón (con una mano en su frente y dos dedos de la otra bajo la mandíbula mantendremos su cabeza ligeramente inclinada hacia detrás) y realizaremos cinco “insuflaciones” mediante el boca a boca (es importante tapar la nariz con los dedos índice y pulgar que a la vez sujetan la frente). Haremos el boca-nariz en caso de bebés pequeños es decir que con nuestros labios sellaremos tanto la boca como la nariz del bebé, ya que éstos se encuentran muy juntos.
Tras las cinco insuflaciones deberemos realizarle 15 compresiones torácicas, esta vez con la palma de una mano sobre el esternón y la otra encima, con nuestros dedos entrelazados y los brazos estirados, apoyando nuestro peso sobre el niño de manera que consigamos hundir su pecho un tercio de su profundidad, es lo que se conoce como MASAJE CARDÍACO. En el caso de los lactantes esta maniobra puede ser muy agresiva por lo que realizaremos el masaje cardíaco colocando dos de nuestros dedos sobre su esternón para ejercer la presión, o bien abrazaremos su tórax con nuestras manos realizando el masaje con nuestros dos pulgares sobre el pecho.
A partir de este momento repetiremos un ciclo de 2 insuflaciones boca a boca y 15 compresiones torácicas hasta que consigamos reanimar al niño o hasta que llegue la ayuda que se habrá solicitado a emergencias.
Es importante que si nos encontramos solos y nadie acude a nuestro grito inicial solicitando ayuda, deberemos reanimar durante un minuto al niño que se encuentre inconsciente, antes de llamar nosotros mismos al 112.
…EN RESUMEN…
Los atragantamientos son frecuentes, el saber como actuar y hacerlo con destreza puede salvar a los niños.
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