En invierno limita las actividades sedentarias de tus hijos. ¡A por el invierno!
Mucho han cambiado las actividades de ocio de la infancia actual si las comparamos con la de épocas pasadas no muy lejanas: mientras antes se jugaba en la calle o al aire libre, las nuevas tecnologías han invadido los hogares y han cambiado el comportamiento de las familias y el ocio de los niños. Actualmente los niños tienen un ocio sedentario algo impensable hace 2 generaciones, aunque sus inicios fueron con la aparición de la TV. Y ahora se ha instaurado de forma cotidiana para los niños con los videojuegos y las tablets. No vamos a descalificar este tipo de actividades que tienen su valor y bien utilizados pueden favorecer los aprendizajes y determinadas habilidades de los niños, pero el sedentarismo es actualmente una plaga que favorece le obesidad y es un factor de riesgo de múltiples enfermedades: diabetes, hipertensión, enfermedades vasculares, problemas óseos, autoestima baja,…etc.
No hay que olvidar que la actividad física regular es muy saludable e imprescindible para toda la vida por tanto hay que cuidar de que el hábito se instaure adecuadamente en los niños tanto en invierno como verano.
En las últimas décadas los distintos gobiernos han desarrollado programas de salud infantil, tomando el ejercicio físico como un factor tan importante como la alimentación. Y como una medida de salud preventiva, calidad de vida y de autocuidado.
Quedarse en casa en lugar de hacer el ejercicio al aire libre debe ser algo puntual y excepcional.
La familia tiene mucho que ver en la adquisición de hábitos saludables, como siempre decimos los niños básicamente copian:
- Buscar actividades divertidas o agradables, que les motive y quieran repetir otro día.
- Preferiblemente una actividad física que se pueda realizar en familia: pasear, ir al parque, ir en bicicleta juntos o de excursión.
- Incorporar la actividad física a los hábitos saludables de la familia: que forme parte de la rutina. Aprovechando las circunstancias para hacer ejercicio: subir escaleras en lugar de ir en ascensor, aparcar algo más lejos de lo habitual,…etc.
- Organizar un horario para la actividad física: por ejemplo, salir a pasear veinte minutos antes de la cena o quedarse a jugar en el parque media hora después de salir del colegio.
- Ponerse retos en familia es un buen estímulo: cronometrar una caminata o establecer cada vez puntos de llegada más lejanos son dos buenos ejemplos.
La televisión o las tablets no están prohibidas, pues ya hemos comentado que tienen sus beneficios pero su uso debe ser limitado. Demasiado tiempo frente a una pantalla no es bueno para la salud del niño por múltiples motivos además del sedentarismo pero eso ya lo comentaremos en otros artículos.
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