EMPIEZA EL COLE, ¿POR QUÉ MI HIJO LLORA Y NO QUIERE IR?

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niño coleEMPIEZA EL COLE, ¿POR QUÉ MI HIJO LLORA Y NO QUIERE IR?

En estas fechas empieza el curso escolar y los más pequeños se enfrentan por primera vez a las aulas. Algunos acudirán contentos e ilusionados por el cambio, y el proceso de hacerse mayor será recibido con los brazos abiertos. Pero otros enfrentarán gran ansiedad y temor al comienzo de la escolarización, ¿por qué es así? ¿podemos hacer algo para ayudar a los niños que se encuentran en esta situación?

Antes de entrar a valorar si existe algún problema en el niño que genere esta reacción negativa a empezar la escuela, hay que entender en qué punto del desarrollo se encuentra el pequeño, ya que en cada tramo de edad se consideran normales algunos miedos transitorios  determinados, sin que exista ninguna patología subyacente.

En los niños hasta los 5 años de edad se considera normal la ansiedad que genera el miedo a los desconocidos, a la separación de los padres (se conoce como ansiedad por separación), a la oscuridad, y otros. Es fácil darse cuenta que varios de estos estímulos estarán presentes el primer día de escuela.

MIEDO A LOS EXTRAÑOS

Aunque como padres nos hemos informado bien sobre la escuela, el profesorado, etc…, los niños no llegan tan preparados como nosotros al primer día de cole. Es posible que algunos días antes del comienzo de la jornada escolar normal el niño haya podido conocer el edificio, su clase, incluso a quién va a ser su profesor o profesora. Esto ayuda mucho a reducir la ansiedad que genera a esta edad el miedo a lo desconocido, pero también hay que tener en cuenta que a pesar de que haya habido un período de adaptación, éste suele ser corto, y para el niño el profesor o profesora y el resto de niños no dejan de ser desconocidos de un día para otro. Necesitará un tiempo para confiar en que su tutor está dispuesto a cuidar de él y sentirse seguro en un entorno con otros niños con sus diferentes caracteres, miedos, y reacciones.

No debería sorprendernos por eso que un niño que haya asistido a guardería antes de iniciar la escolarización, y que presuponemos que está preparado o acostumbrado a separarse de sus padres, manifieste también ansiedad, ya que se produce un cambio de escuela y profesor por los que puede sentirse abrumado.

ANSIEDAD POR SEPARACIÓN

Independientemente de que el nuevo entorno genere cierto nivel de confianza al preescolar, se enfrenta a la vez a la ansiedad que genera la separación de los padres. Aunque esta ansiedad es máxima en un período de la lactancia, es posible que al inicio de la escuela muchos niños aún sientan miedo cuando se separan de su cuidador principal. ¿Por qué es así? Bueno, un niño de 3 años no entiende bien los tiempos, no sabe cuando volverá a ver a su madre o padre, si falta mucho para eso. Muchos os habréis encontrado que al salir de clase el niño pregunta: ¿hoy que vamos a comer? O ¿podemos ir al parque? Y quizá en ese momento no es hora de ir a comer, o de ir al parque. Esto es porque los niños a esta edad no tienen tan claro como nosotros la estructura que tiene un día, con su horario de comidas, tiempo de juego, hora de ir a dormir, etc. Es a partir de los 3 años de edad cuando el niño empieza a tolerar la separación de la madre, ya que es capaz de hacerse una imagen mental de ella cuando no está presente.

La ansiedad por separación se soluciona paulatinamente con la edad, y tiende a haber desaparecido antes de los 5 años del menor. En cambio, si pasada esta edad persistiera una ansiedad por separación marcada, deberíamos considerarlo un aviso de que puede haber algo de patológico en esta reacción. Existe otro tipo de ansiedad por separación, en niños más mayores, alrededor de los 10 años, que sí se considera patológico y por eso una negativa a ir al colegio en niños de esta edad es más preocupante y se recomienda consultar con el pediatra para valorar cada caso. Suelen ser niños que manifiestan profundo miedo a quedarse solos, a que ocurra una catástrofe a sus progenitores, que siguen a los padres constantemente incluso dentro de la casa, y que muchas veces aquejan dolores que les “impiden continuar con las clases”. Esto se da más frecuentemente en niños que han estado varios días ausentes de la escuela, ya sea por vacaciones o por una enfermedad que les ha impedido asistir a clase por algunas semanas. En este tramo de edad sí se recomienda consultar a un especialista para valorar la necesidad de un tratamiento, ya que la “cronificación” del problema podría suponer mayor riesgo de ansiedad generalizada o trastorno de pánico en su edad adulta.

¿CÓMO SE PUEDE REDUCIR LA ANSIEDAD POR EMPEZAR EL COLE?

La Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente recomienda seguir unas pautas para ayudar a reducir la ansiedad de los niños ante la escuela:

  1. Mostrar interés, ser de apoyo y alentar al niño.
  2. Hablar con el niño sobre qué esperar en la escuela: las actividades que realizará, el tiempo de almuerzo, los juguetes, los compañeros…
  3. Llevar al niño a la escuela para que se familiarice con el edificio, el aula, los lavabos, cual es su cubículo o donde colgará su abrigo, y presentarle a su profesor.
  4. Hacerle saber al niño que es normal sentirse nervioso o preocupado al estar lejos de casa, y sugerirle que lleve consigo algún objeto familiar o fotografía a la escuela.
  5. Identificar un amigo en la escuela disminuirá el temor a sentirse solo, así como compartir el camino a la escuela con algún compañero de juegos favorito.
  6. Disminuír al máximo el estrés de la preparación antes de ir a la escuela. Dejar preparado el almuerzo, la ropa y el material escolar el día antes ayuda a tener una preparación más tranquila.

Si el niño está teniendo dificultades con la separación, considerar la posibilidad de acompañarle a clase por un tiempo el primer día o dos. Conforme el niño se sienta más confortable el tiempo de acompañamiento debe ser menor hasta conseguir estar con él en clase solo mientras deja sus cosas, saluda al profesor y se despide del acompañante.

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