Niños que muerden II: cómo tratar mordiscos y mordeduras en niños
Es normal que, cuando vemos que nuestro hijo ha sido mordido, reaccionemos con preocupación e incluso indignación. Sin embargo, como ya explicamos en nuestro post Niños que muerden: ¿Por qué muerde mi hijo a otros niños? Medidas para evitar las mordidas entre niños, las mordidas infantiles son un comportamiento habitual entre los menores de 3 años. Algunos niños no saben cómo comunicar sus deseos o sus frustraciones, y recurren a los mordiscos como forma de expresión. Conocer los motivos que les llevan a morder es el primer paso para evitar que este comportamiento vuelva a repetirse. El tratamiento de la mordida, por otro lado, dependerá de la gravedad de la misma. Hoy os daremos unas pautas básicas para tratar las heridas producidas por mordeduras infantiles y os indicaremos cómo evitar que vuelvan a producirse.
Han mordido a mi hijo, ¿qué hago? Medidas para curar una mordedura infantil.
Si estamos presentes cuando nuestro hijo es mordido, lo primero que haremos será valorar sus lesiones. Cuando la herida es profunda, extensa y sangra abundantemente; habrá que ejercer presión sobre ella con una gasa estéril o una toalla limpia y acudir al pediatra, o al centro sanitario más próximo. Si estamos ante una herida leve y que sangra poco, podremos curarla nosotros mismos. Los pasos a seguir son los siguientes:
- Lavarse las manos antes de tratar la herida infantil. Para evitar la transmisión de bacterias, deberemos lavarnos cuidadosamente las manos, o usar guantes de látex estériles, antes de tratar la herida del niño.
- Detener el sangrado. Aplicamos presión sobre la herida con una gasa o una toalla limpia, evitando el uso de algodón (desprende pelusas que pueden quedar adheridas a la herida).
- Lavar la herida. Cuando se haya cortado un poco el sangrado, deberemos lavar la herida con agua tibia y jabón suave. La secaremos con una gasa estéril desde el centro hacia el exterior, para evitar que la lesión se contamine.
- Aplicar un antiséptico. Una vez la herida ha sido lavada le aplicaremos un antiséptico con clorhexidina, así evitaremos infecciones. Luego podemos ponerle un apósito y realizar curas un par de veces al día.
Para más información sobre heridas infantiles no os perdáis nuestro post Heridas en niños.
¿Cómo evito que vuelvan a morder a mi hijo?
Si la mordida se produce en la guardería, lo mejor es hablar con los cuidadores para averiguar en qué contexto se ha producido el incidente y tratar de que no se repita. Si nosotros estamos presentes, deberemos mantener la calma y no ser excesivamente duros con el niño que muerde, haciendo que sea nuestro hijo el que reciba toda la atención.
Conocer las razones que llevan a un niño a morder es esencial para revertir el comportamiento. Aunque generalmente tendemos a creer que el niño que muerde es el culpable, lo cierto es que a veces el niño mordido puede haber desencadenado el conflicto. Por ello es importante mantener una mente abierta y consultar el incidente, y las posibles soluciones, tanto con los cuidadores como con los padres del otro niño implicado. Si nuestro hijo tiende a quitar juguetes a otros niños, a invadir su espacio personal o a molestarlos de algún modo, deberemos intentar enseñarle a jugar de forma más delicada para evitar que moleste sus compañeros. Asimismo, el niño que muerde deberá aprender a gestionar sus frustraciones y a adquirir mecanismos menos agresivos para relacionarse con los demás. La comunicación, la paciencia y la calma son, por tanto, elementos clave a la hora de tratar las mordeduras infantiles.
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