¿Cuál es tratamiento de la gripe en niños?
La gripe es una enfermedad infecto-contagiosa que a veces cuesta de diferenciar de un resfriado común aunque en el caso de gripe los síntomas suelen ser más intensos.
- La fiebre suele ser alta y de aparición brusca acompañada de escalofríos y cansancio, tos seca, con dolor de garganta y de cabeza, dolores musculares y falta de apetito.
- En ocasiones presentan también diarrea y vómitos.
Los síntomas pueden variar de un niño a otro y también en el mismo niño a medida que la enfermedad evoluciona.
Para tratar la fiebre
- Conviene no abrigarlos demasiado y tenerlos en una habitación a temperatura confortable y bien ventilada.
- Antitérmicos: Paracetamol e ibuprofeno a las dosis adecuadas según su peso.
Es importante darle al niño abundante cantidad de líquidos para evitar la deshidratación pero que no falten los cereales, las galletas o la pasta.
Los polos de helado o la gelatina son buenas opciones, si el niño tiene vómitos.
Para evitar los contagios
- Hay que enseñarle al niño que siempre hay que cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo de papel al toser o al estornudar y luego desechar el pañuelo una vez utilizado.
- Lavarse con frecuencia las manos con agua agua y jabón durante 15 o 20 segundos, sobre todo después de toser o estornudar.
¿Cuándo debo llevar a mi hijo al médico por gripe?
En general la gripe no es una enfermedad grave, pues acostumbra a curarse sola en una semana sin necesidad de tomar antibióticos.
La gripe es una dolencia común y bien conocida, pero conviene recordar que si se complica, puede llegar a ser grave, por tanto: cuando la fiebre baja, los síntomas deben mejorar, si esto no ocurre así se recomienda que sea revisado por el pediatra. Las complicaciones más frecuentes son las neumonías o la desestabilización de una enfermedad de base que ya se padecía.
¿Es preciso vacunarlos?
La vacuna no está incluida en el calendario vacunal y se recomienda solo a los niños que están incluidos en un grupo de riesgo como:
- Niños a partir de los 6 meses de edad que padecen determinadas enfermedades de base: asma, diabetes, enfermedades del corazón o de los riñones o enfermedades que cursan con las defensas disminuidas.
- Niños sanos a partir de los 6 meses de edad que convivan con pacientes que sí están incluidos en los grupos de riesgo.
- Adultos en contacto con niños y adolescentes pertenecientes a los grupos de riesgo.
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