Sudoración excesiva en niños y mal olor del sudor. ¿Qué son la hiperhidrosis y la bromhidrosis infantil?

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La sudoración excesiva en niños recibe el nombre de hiperhidrosis, mientras que bromhidrosis hace referencia al trastorno por el cual el sudor de los niños pequeños adquiere un olor anormalmente intenso o desagradable. Aunque ninguno de estos trastornos pone en riesgo la salud del paciente, la carga emocional asociada al sudor excesivo o al mal olor es muy pesada. Muy a menudo, los niños que padecen esta problemática, ya sea por causas genéticas o derivada de alguna enfermedad basal, sufren rechazo y acoso escolar. Esto, como ya hemos comentado en numerosos post, puede tener consecuencias muy negativas en la salud psicológica de los niños, que pueden acarrear secuelas toda su vida. Para comprender un poco más en qué consisten estos trastornos y aprender cómo podemos ayudar a nuestros pequeños a sobrellevarlos, en el post de hoy hablaremos de la sudoración excesiva en niños y del mal olor del sudor.

 

¿Qué es el sudor y para qué sirve?

El sudor es un fluido compuesto principalmente por agua, sales y otras sustancias químicas, que segrega nuestro organismo desde las llamadas glándulas sudoríparas, situadas en la piel. El mecanismo por el cual el cuerpo produce sudor y lo excreta al exterior a través de los poros es lo que se conoce con el nombre de transpiración.

La transpiración es un mecanismo natural que tiene la función de regular nuestra temperatura corporal y eliminar toxinas. El proceso comienza en nuestro cerebro, concretamente en un área conocida como hipotálamo, que se encarga de controlar que el cuerpo se mantenga a una temperatura óptima (alrededor de los 37°C). Cuando esta temperatura aumenta, el cerebro lo detecta y pone en funcionamiento el proceso de transpiración: las glándulas sudoríparas comienzan a producir sudor, éste sale a la superficie a través de los poros y se evapora al entrar en contacto con el aire, produciendo el efecto de enfriamiento que necesita el cuerpo.

La cantidad de sudor segregada depende de cada persona y de las condiciones ambientales en las que se encuentre. Hacer ejercicio físico, exponerse a altas temperaturas o abrigarse en exceso son situaciones en las que el sistema de sudoración se pone en marcha. También muchas personas producen más sudor cuando viven situaciones de estrés, miedo o ansiedad. Sin embargo, en los niños pequeños el mecanismo que regula la sudoración no está del todo definido hasta los cuatro o cinco años de edad, por lo que su temperatura corporal puede subir mucho más que la de un adulto en las mismas circunstancias. Por eso hemos de poner especial atención cuando abrigamos a los bebés o niños pequeños, ya que la baja producción de sudor hace que su organismo no sea capaz de regular correctamente la temperatura y ésta suba demasiado.

 

¿Por qué hay niños que sudan mucho?

Como hemos visto, la cantidad de sudor varía de persona a persona o bajo determinadas circunstancias. Sin embargo, hay ocasiones en las que se produce una sudoración excesiva en niños que no responde a factores externos. Es lo que conocemos como hiperhidrosis infantil. Esta producción de sudor exagerada en algunos niños puede deberse a diversas causas:

  • Genética. Se calcula que aproximadamente el 40% de los casos de sudoración excesiva en niños se debe a factores genéticos, siendo habitual que algún miembro de la familia presente también este trastorno.
  • Alteraciones hormonales.
  • Enfermedades del sistema nervioso central.
  • Enfermedades crónicas como la diabetes.

Además, la hiperhidrosis infantil puede presentarse de varias formas. Hay niños en los que la transpiración es generalizada, afectando a todo el cuerpo, y otros en los que sólo se produce en determinadas áreas, como las axilas, las plantas de los pies y de las manos, o la cara. También hay casos en los que la sudoración excesiva en niños sólo se produce durante la noche. Este tipo de hiperhidrosis suele estar más relacionada con problemas de conducta o con trastornos del sueño, pero también con otro tipo de enfermedades. En general, es recomendable acudir al pediatra cuando la sudoración excesiva en niños, sea del tipo que sea, se produce de forma continuada durante varios meses.

¿Y qué pasa cuando el sudor huele mal?

El mal olor del sudor en niños se conoce como bromhidrosis infantil. Este trastorno puede estar relacionado con la sudoración excesiva en niños o deberse a otras causas, como un exceso de bacterias en los poros de la piel. Normalmente, es durante la adolescencia y pre adolescencia cuando el olor del sudor se hace más fuerte, debido a los cambios hormonales que se producen en esta época. Por este motivo, cuando el sudor de niños más pequeños presenta un olor intenso o desagradable es recomendable acudir al pediatra para descartar problemas hormonales u otras enfermedades.

¿Qué hacer cuando el niño suda demasiado o tiene mal olor?

Lo primero que se debe hacer cuando se detecta una sudoración excesiva en niños o un olor intenso en su sudor es descartar que existan enfermedades u otros trastornos más graves. Sin embargo, una de las cosas más importantes a tener en cuenta ante un caso de hiperhidrosis, sea cual sea su causa, es el impacto emocional que puede tener en el niño. A menudo, los afectados por este trastorno presentan falta de autoestima, vergüenza, timidez e incluso problemas de acoso escolar. Por eso, es crucial que le mostremos todo nuestro apoyo y comprensión y que le ayudemos a hacer frente al problema. Existen ciertas pautas que pueden ayudar a mejorar la sudoración excesiva en niños:

  • Tratamientos tópicos: Existen lociones y desodorantes antitranspirantes específicos para este trastorno.
  • Medicamentos orales: Si la hiperhidrosis se debe a alguna enfermedad, puede ser necesario tratarla con fármacos. También existen algunos medicamentos destinados a reducir la transpiración, aunque por sus efectos secundarios no siempre están recomendados. Lo mejor es que un pediatra evalúe el caso y determine el tratamiento adecuado.
  • Inyecciones de botox: En los casos más severos puede ser recomendable aplicar inyecciones de toxina botulínica, pero siempre deberán realizarse con prescripción y bajo supervisión médica.
  • Extremar la higiene: El exceso de sudor suele ser una de las principales causas del mal olor, por lo que es recomendable que se extreme la higiene del niño. Duchas diarias, cambiar a menudo la ropa y lavarla tras cada uso mejorará no sólo el olor del niño, sino también su sensación de comodidad.
  • Utilizar tejidos naturales: Los tejidos sintéticos provocan más sudor y peor olor, ya que no transpiran. Lo mejor es utilizar tejidos como el algodón y el lino, y usar zapatos de cuero.
  • Hidratarse a menudo. La sudoración excesiva en niños hace que se pierdan importantes cantidades de agua a lo largo del día, por lo será necesario vigilar que se mantengan hidratados, que beban a menudo y que consuman alimentos ricos en agua, como las frutas y las verduras.
  • Terapia psicológica y técnicas de relajación. Hay casos en los que la sudoración excesiva en niños se produce como consecuencia de un cuadro de estrés o ansiedad. Aprender a relajarse y a tomarse las cosas con calma puede ser de ayuda en estas situaciones. También cuando la propia hiperhidrosis causa complejos o trastornos de la autoestima suele estar recomendado recurrir a técnicas de relajación y a terapia psicológica, especialmente en casos de bullying o acoso escolar.

 

En resumen, de la sudoración excesiva en niños y del mal olor del sudor deben estudiarse y tratarse sin olvidar que son motivo frecuente de bullying o acoso escolar.

 

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